La arqueología del paisaje y la prospección arqueológica
La arqueología del paisaje consiste en la aplicación de las técnicas y métodos de la arqueología al estudio del paisaje.
Se basa en la siguiente idea: si el registro arqueológico son los restos materiales de la acción humana y el paisaje es el resultado de la acción humana sobre el medio natural, podemos concebir el paisaje como registro arqueológico y por tanto estudiarlo como tal.
Trasciende, de este modo, la visión convencional de la arqueología como arqueología del yacimiento y amplia el foco al paisaje en su totalidad, al que se contempla como un macro-yacimiento arqueológico.
El estudio arqueológico del paisaje es una forma de hacer historia de las sociedades. La arqueología del paisaje, a través de la huella que los grupos humanos han dejado en el medio, puede conocer cuáles han sido sus prácticas económicas, su forma de ocupar el espacio y su organización del territorio, y cómo han cambiado estos a lo largo del tiempo.
La prospección arqueológica, por su carácter extensivo y exploratorio, constituye una herramienta idónea para la arqueología del paisaje. Encuentra y registra restos arqueológicos de diversa índole, los ubica en el paisaje, los estudia e interpreta y, en conjunción con otras fuentes de información (históricas, geográficas, geológicas, ambientales, etc.) reconstruye el poblamiento y su evolución.